Evaluación diagnóstica

La evaluación forma parte del proceso educativo siempre, está implícita en el mismo.

Sin embargo, hablamos de distintos tipos y de diferentes momentos:

• Diagnóstica (inicial, abarcativa y para orientar),
• de procesos (continua, formativa y para adaptar),
• final (de producto, sumativa y para acreditar).

Corremos el riesgo de considerar como prevalente la evaluación de procesos, o evaluación formativa. Si bien ésta se da diariamente por diferentes mecanismos institucionalizados como la observación directa o la corrección de los cuadernos, no agota la necesidad de revisión.

La sistematización de la aplicación de propuestas evaluativas es imprescindible para no perder de vista los objetivos que nos planteamos y el grado de alcance de los mismos en el tiempo previsto.

Solamente así se puede tener la “foto” del grupo en un momento dado y replanificar o dar continuidad al trabajo.

Los cortes evaluativos son una detención necesaria para seguir adelante sobre bases más sólidas. Brindan información sobre el grupo, los logros, las situaciones individuales. Dan indicadores que no se observan con claridad en la evaluación continua.

Cuándo realizar la evaluación diagnóstica

Se realiza al inicio del año lectivo y tiene por finalidad orientar el proceso educativo.

Busca conocer las características del grupo como tal, las fortalezas y debilidades individuales y colectivas, los saberes previos, para sustentar las bases del aprendizaje.

Entre las características de la evaluación diagnóstica incluimos el hecho de ser abarcativa.

¿Por qué? Si pensamos en que todas las dimensiones del ser humano están involucradas en su aprendizaje, pensemos en los tres aspectos incidentes:

• las condiciones ambientales,
• las condiciones culturales
• y las condiciones personales.

Considerar los tres permitirá tener una noción más clara del punto de partida y minimizará las pérdidas de esfuerzo y energía que producen las marchas y contramarchas en la planificación.

Asimismo, pensar al niño como un ser integral, en el que sus dimensiones biológica, afectica, intelectual y social son protagonistas del proceso de aprendizaje, nos lleva a la necesidad de obtener una fotografía inicial de todos estos aspectos, para acercarnos a comprender las posibilidades de nuestros alumnos.

Recordemos que la evaluación contempla al alumno, pero también al ambiente educativo y al proyecto institucional.

Evaluación de las condiciones ambientales y culturales

El entorno familiar de los alumnos incide en el proceso de aprendizaje de manera determinante. Se relaciona con su actitud frente a la escuela, su posición frente al conocimiento, las posibilidades reales de acompañar el proceso de los niños, el estímulo hacia el conocimiento y la capacidad de ofrecer oportunidades reales de crecimiento cultural.

Para evaluar las condiciones culturales es necesario, en primer lugar, conocer a la familia, ya que es en su seno donde se producen los primeros aprendizajes de nuestros alumnos, su contacto con la lengua materna y con el entorno.

Allí surge (o no) su interés por el conocimiento, allí se valora (o no) el rol de la escuela. Para acceder a esta información, es posible emplear diferentes vías:

· La información proporcionada por un cuestionario

· La lectura “entre líneas”

· La observación diaria

· La reunión de padres

· La entrevista individual

· La información proporcionada por los propios alumnos

El orden en estas instancias puede variar, de acuerdo a la planificación de cada Docente o de cada institución. En ocasione se da la posibilidad de organizar una reunión de padres antes del inicio de los cursos (lo que facilita el desarrollo del comienzo) y allí se obtiene una información primaria:

•  Quiénes concurren: la lista de familiares que asisten a la reunión da cuenta de un interés primario por lo que la escuela tiene para brindar a sus niños.
• Cómo participan: las intervenciones, dudas, preguntas o cuestionamientos planteados, el aspecto formal de la lengua y los elementos paratextuales, permiten estimar las características del entorno y sus expectativas con respecto a la institución.

Enviar una encuesta o formulario de solicitud de información a las familias, para recabar datos acerca de la conformación del núcleo familiar, su trayectoria educativa, se capacidad para sostener y acompañar el proceso educativo desde el hogar, la inserción del niño en ese medio, el conocimiento y control parental de sus actividades cotidianas y el impulso que da a la socialización. 

INFORMACIÓN DE LA FAMILIA

NOMBRE DEL ALUMNO:

FECHA DE NACIMIENTO:

NOMBRE DEL PADRE: _

FECHA DE NACIMIENTO: OCUPACIÓN:

NOMBRE DE LA MADRE:

FECHA DE NACIMIENTO: OCUPACIÓN: _

HERMANOS (nombre y edad):

¿QUIÉNES VIVEN EN EL HOGAR?

¿Cómo se relaciona con sus hermanos?

¿Cómo resuelven los conflictos en casa?

¿Cómo describiría a su hijo/a?

¿Qué programas mira en la televisión?

¿Cuáles son sus amigos? ¿Los invita a casa?

¿Cuánto tiempo le dedica a las tareas escolares en casa?

¿Recibe ayuda? ¿De quién? 

El formulario permite asimismo la lectura “entre líneas”, mediante la observación y análisis de las respuestas, en cuanto al contenido y a lo formal: la letra, los enunciados, la correspondencia entre la pregunta y la respuesta. Todos ellos son indicadores que habilitan una aproximación al entorno cultural familiar.

La observación diaria, cotidiana, en las instancias de entradas y salidas, es otra oportunidad de conocimiento que no se puede desestimar.

A los alumnos también es útil presentarles actividades que aporten datos sobre este aspecto. Dependiendo del grupo etario es posible adecuar el tipo de propuesta. Por ejemplo:

DIBUJA Y NOMBRA A TU FAMILIA

DIBÚJATE JUGANDO EN CASA

DIBUJA EL PROGRAMA QUE MÁS MIRAS

DIBUJA TU LIBRO FAVORITO

Estas consignas sencillas pueden solicitarse por escrito, en vez de dibujadas.

En clases más grandes, es plausible profundizar más en esta propuesta, aplicando cuestionarios que apunten a la reflexión personal.

MI FAMILIA

Las personas que viven en mi casa son:

Disfruto con mi familia cuando:

Me divierto cuando juego a:

Estoy triste cuando:

En casa me enojo cuando:

Mi lugar para hacer los deberes es:

Busco información en:

Si necesito ayuda le pido a:

La entrevista individual, es otra instancia que aporta datos significativos acerca del entorno familiar, despejando dudas que puedan haber surgido de las instancias anteriores y habilitando un contacto directo que da la oportunidad de preguntar y repreguntar cuando es necesario.

Evaluar las condiciones de la escuela en su rol de facilitador para la extensión cultural a la comunidad es una herramienta que permite diseñar estrategias que optimicen el uso de los recursos. Consideremos si la escuela ofrece:

 Una biblioteca que realice préstamos a domicilio (a padres o a niños)

•  Talleres para padres sobre temas relacionados con la educación de sus hijos
•  Recursos digitales que lleguen al hogar
•  Capacitación a las familias en el uso educativo de dichos recursos
•  Vínculos con instituciones culturales de la zona que extiendan la red de posibilidades educativas de las familias

Para que la recolección de datos sea útil, debe ser sistematizada de manera que permita emprender las acciones que se estimen oportunas. Una lista de indicadores es una manera sencilla de visualizar los resultados obtenidos.

Aquí no hablamos de indicadores de logro, ya que evaluamos condiciones previas al inicio del trabajo, es por ese motivo que empleamos el término “adecuado” para hacer referencia a lo que es esperable o deseado en cada punto de interés.

 

Evaluación de las condiciones personales del niño

Las condiciones personales se refieren al niño en su integridad, como un ser biopsicosocial que aprende. Es imprescindible tener en cuenta todos los aspectos para conocer el punto de partida del trabajo del año.

Biológico

La solicitud de la ficha de aptitud física es hoy un buen punto de partida para esta dimensión, ya que contempla una mirada general del alumno y sus posibilidades orgánicas.

Otros aspectos a considerar son los sensoriales, atencionales y motrices. Si bien hoy en día hay un control más sistemático desde el punto de vista médico, algunas sencillas pesquisas en clase despejan la posibilidad de incidencia de estos factores en el aprendizaje.

La pesquisa visual parte de la observación directa: la distancia a la que se coloca para leer o escribir, la posición, la posibilidad de copiar correctamente del pizarrón, etc. Observar dificultades en este sentido no implica necesariamente que haya algún déficit visual, pero en cualquier caso es importante profundizar para despejar variables y llegar a la causa del problema.

Lo mismo sucede en cuanto a la capacidad auditiva. La comprensión de las consignas verbales, la articulación, la construcción de enunciados son indicadores del desarrollo de la lengua, pero también están condicionados por la audición. Frente a la aparición de dificultades en estos aspectos también es aconsejable descartar las causas orgánicas.

En lo que se refiere a la lateralidad, hay dos facetas que son pasibles de evaluar con prontitud: la dominancia, y si la lateralidad es homogénea o cruzada. Conocer la dominancia permite desarrollar estrategias sencillas para facilitar la cotidianeidad de los alumnos que son zurdos (útiles, mesas, ubicación apropiadas), así como comprender algunas dificultades en el uso de instrumentos, en la medición, en los enlaces de las grafías, etc.

La lateralidad cruzada, por otra parte, entre mano y ojo, puede generar conflictos en el aprendizaje de la lectoescritura, que con frecuencia se confunden con trastornos como la dislexia. Pruebas sencillas, como mirar por un catalejo, son útiles para observar este aspecto.

La motricidad incide en el aprendizaje: la prensión del lápiz, la posición del cuaderno o de la hoja, la presión de la escritura, la soltura o rigidez de los trazos, están relacionados con la velocidad para ejecutar las tareas, con la calidad de las mismas y con el cansancio que produce el trabajo, que conlleva desmotivación y rechazo hacia las actividades escritas.

Psicosocial

Este ámbito es muy abarcativo, difícil de evaluar y requiere una mirada atenta del Docente a las actitudes, a las elecciones y a la comunicación de sus alumnos.

La atención es la capacidad de concentrarse intencionalmente en un tema u objeto, de manera persistente durante un tiempo determinado. De allí surgen las características evaluables: focalización, intereses, persistencia, duración.

Por otro lado, es relevante conocer las habilidades de comunicación y de atribución de nuestros alumnos.

Las habilidades atribucionales (según el Dr. Ariel Gold), se refieren al modo que tiene cada uno de situarse frente a una situación: ¿se considera responsable de lo que sucede? ¿Atribuye la responsabilidad a los demás? ¿Alterna? ¿Siente que todo lo que sucede a su alrededor tiene que ver con él? Estas habilidades se pueden evaluar a partir de la observación diaria del comportamiento en situaciones sociales y de aprendizaje; o bien plantear actividades tipo “test” con algunas situaciones para seleccionar, por ejemplo:

MARCA LA OPCIÓN QUE PREFIERAS

1) Para jugar un partido de fútbol se forman los equipos. A mí me eligen último porque:

· No me quieren

· No soy bueno jugando

· No siempre es así

2) Me fue mal en la prueba de trabajos de Matemática porque:

· No presté atención

· Son muy difíciles

· No practiqué lo suficiente

· Me corrigieron mal

3) En el recreo discutí con un amigo porque:

· No me entiende

· Siempre quiere hacer lo que él quiere

· Yo me equivoqué

4) Estoy enojado con un compañero:

· Le voy a pedir disculpas

· Voy a esperar que me pida disculpas

· No me importa que sigamos enojados

· Voy a pedir ayuda para resolver el problema

La habilidad comunicacional es fundamental, básica, para manejar las habilidades interpersonales, y cimentan el desarrollo social de los niños. Los buenos logros en esta área facilitan la escolarización: un alumno con una inserción adecuada en el grupo, está predispuesto a los desafíos que le plantea el aprendizaje y cuenta con una red de contención que lo acompaña en su crecimiento personal.

La comunicación, según el Dr. Ariel Gold, puede clasificarse básicamente en tres modalidades:

• agresiva,
• pasiva
• y asertiva.

La primera, es la que se da cuando no se tiene en cuenta la opinión de los demás y se falta el respeto a los interlocutores imponiendo el modo propio de pensar.

La segunda es exactamente lo contrario, cuando uno no defiende su posición y acepta lo que los demás dicen o hacen para no tener problemas.

La comunicación asertiva es aquella en la que se expone el pensamiento y se lo defiende, pero sin agredir, aceptando y escuchando al otro, es una manera de vincularse respetuosa. Esta última modalidad es la esperable, y con respecto a ella se han de medir los logros.

La autorregulación de la conducta es otro punto a evaluar. La capacidad de esperar y el control de los impulsos afectan a la socialización y al aprendizaje en igual medida. Estos se relacionan de la misma manera con el progreso individual como con el ambiente colectivo de la clase y condicionan el clima del grupo, potenciando o entorpeciendo el desarrollo del curso.

La percepción de sí mismo

La percepción de sí mismo, de su autovalía y su competencia en diferentes áreas, es otro soporte del aprendizaje muy importante.

Es por ello que el diagnóstico al respecto es valioso. La presentación de actividades tipo “test” es viable para conocer la realidad de los alumnos en esta faceta. De acuerdo a la edad, se puede recurrir al dibujo, a la escritura, a modalidades de opción múltiple, a estimaciones.

Por ejemplo:

ENCIERRA LA OPCIÓN APROPIADA PARA TI

1) En las tareas de Lengua soy:

Malo - Regular - Bueno - Muy bueno - Excelente

2) En las tareas de Matemática soy

Malo - Regular - Bueno - Muy bueno - Excelente

3) En los deportes soy:

Malo - Regular - Bueno - Muy bueno - Excelente

4) Cuando hablo en clase las cosas que digo son:

Equivocadas - A veces acertadas - Siempre acertadas

5) Me siento a gusto con mi aspecto físico:

Nada - Un poco - Bastante - Mucho

6) Me ponen nervioso las pruebas:

Nada - Un poco - Bastante - Mucho

7) En la clase tengo amigos:

Ninguno - Pocos - Muchos

Haciendo referencia a las condiciones personales, la sistematización de la recolección de información también es imprescindible para poder visualizarla y planificar acciones en consecuencia.

El registro debe ser sencillo, de fácil interpretación, procurando no desagregar demasiado los aspectos que se evaluaron, porque se puede hacer inabordable si se quiere abarcar un espectro demasiado amplio.

Por ejemplo:

Evaluación de conocimientos previos

El diagnóstico como punto de partida del año lectivo debe dar un panorama de las habilidades cognitivas desarrolladas, de acuerdo al grado en el que se está trabajando.

El área del Conocimiento de la Lengua y el área del Conocimiento Matemático, como instrumentales, tejen la red de sostén para el aprendizaje de todas las áreas, por ello conocer la situación inicial en ellas es tan necesario.

Una evaluación que abarque Numeración, Operaciones, Resolución de situaciones, Magnitudes y Medidas (a partir de 3º), Geometría (a partir de 4º) así como Lectura (modo y comprensión), producción de textos escritos y oralidad, son aspectos básicos a conocer.

Es fundamental que la propuesta de evaluación sea concreta, para medir solamente un aspecto por vez, y que se tenga bien claro cuál es ese aspecto.

Dicho de otro modo, la propuesta debe coincidir exactamente con el indicador del logro que se tiene intención de medir. Existe la tendencia de presentar actividades de evaluación que reúnen más de un conocimiento y que resultan en una lectura confusa de los resultados, que dificulta la interpretación de los datos.

Las posibilidades de propuestas se multiplican por la cantidad de asignaturas y el número de grados, pero para ejemplificar ofrecemos algunas con el fin de relacionarlas con la redacción de indicadores de logro que se correspondan con ellas.

Grado: 1º

Área: Conocimiento de la Lengua. Lectura

1) Encierra las letras

A 5 4 r

8 Q e 7

B z 2 6

2) Pinta las palabras

AAE SOL MAMÁ LOOO

ANA PAPÁ TRTD DE LUNA

3) Dibuja lo que dice

SOL ÁRBOL

MARIPOSA SOPA

NENA PASTO

4) Lee y dibuja

EL NIÑO PATEA LA PELOTA ROJA.

La planilla de indicadores para esta propuesta sería:

INDICADORES	LOGRADO	PARCIALMENTE LOGRADO	NO LOGRADO
Diferencia letras de números
Tiene hipótesis de construcción de palabras
Reconoce palabras de uso común
Lee palabras
Lee y comprende oraciones sencillas.

Las actividades evaluativas pueden ser muy variadas, incorporando lo lúdico y lo creativo: jugando con tarjetas, armando dominós, jugando a representar “lo que dice la tarjeta” (un animal, por ejemplo).

En 1º es deseable hacer propuestas de manera individual, que permitan observar el proceso de resolución de las mismas y las estrategias que utiliza cada niño.

El ejemplo, así como los que se ofrecen a continuación, tiene como propósito consignar la relación entre la propuesta y el indicador.

En esta propuesta, los indicadores son:

INDICADORES DE LOGRO	LOGRADO	PARCIALMENTE LOGRADO	NO LOGRADO
Identifica el número como cuantificador
Reconoce antes y después en la serie numérica
Relaciona conjuntos
Compara cantidades

La misma propuesta clásica que se ofrece anteriormente puede hacerse más atractiva y accesible utilizando material concreto o lúdico:

· Colocar tarjetas con números “boca abajo”, el niño elige una y tiene que colocar la cantidad de objetos (chapitas, botones, tapitas, bolitas) que indica la misma.

· Jugar a la guerra con cartas, reconociendo mayor y menor.

· Ordenar las tarjetitas armando la serie numérica de menor a mayor y viceversa.

· Armar una escalera con las cartas colocando las mismas por palo, empezando por el 6 de cada uno y siguiendo la serie descendente y ascendente, con reglas similares al dominó (si no puede colocar, pierde el turno).

Grado: 4º año

Área: Conocimiento Matemático. Operaciones.

1) Resuelve las operaciones

124 + 211 +13 = 121 X 4 =

108 + 29 = 48 X 26 =

487 – 251 = 486 / 4 =

256 – 129 = 1274 / 8 =

145,6 + 0,2 + 15 = 2,8 X 45 =

2) Completa las operaciones

639 + = 1275

1348 - = 124

X 7 = 4368

3 ) Elige la operación que tienes que usar para resolver la situación.

· En una fábrica producen 1280 alfajores por hora. ¿Cuántos hacen en 8 horas de trabajo?

1280 + 8 1280 – 8 1280 X 8 1280 / 8

· Los envasan en cajas de 6. ¿Cuántas cajas usan por hora?

1280 X 6 1280 – 6 1280 + 6 1280 / 6

· ¿Cuántos alfajores faltan para que hagan 1300 por hora?

1300 + 1280 1300 – 1280 1300 / 1280 1300 X 1280

· Si agregan una máquina que hace 250 alfajores por hora, ¿cuántos producen?

1280 – 250 1280 X 250 1280 + 250 1280 /250

Los indicadores de logro para esta propuesta son:

INDICADORES	LOGRADO	PARCIALMENTE LOGRADO	NO LOGRADO
Ubica los términos de acuerdo al valor posicional
Conoce el mecanismo de la suma
Conoce el mecanismo de la resta
Conoce el mecanismo de la multiplicación
Conoce el mecanismo de la división
Opera con conocimiento del sistema de numeración (base 10)
Opera con decimales
Conoce la reversibilidad
Conoce el sentido de las operaciones

La desagregación de los indicadores tiene por objetivo determinar cuáles son las fortalezas y debilidades en la técnica operatoria con mayor precisión y actuar en consecuencia. Si la propuesta fuese una situación problemática para resolver, en la que al mismo tiempo se pretende evaluar la técnica operatoria y el uso de las operaciones, sería necesario apreciar ambos aspectos por separado es decir redactar un indicador que permitiera dar cuenta de la técnica y otro del uso.

El obstáculo para evaluar la técnica se da porque puede suceder que el alumno decida emplear una operación o una estrategia que no es la prevista.

La pelota

Era de cuero, rellena de estopa, la pelota de los chinos. Los egipcios del tiempo de los faraones la hicieron de paja o cáscaras de granos, y la envolvieron en telas de colores. Los griegos y los romanos usaban una vejiga de buey, inflada y cosida. Los europeos de la Edad Media y del Renacimiento dis­putaban una pelota ovalada, rellena de crines. En América, hecha de caucho, la pelota pudo ser saltarina como en ningún otro lu­gar. Cuentan los cronistas de la corte española que Hernán Cor­tés echó a brincar una pelota mexicana, y la hizo volar a gran altura, ante los desorbitados ojos del emperador Carlos. La llaman con muchos nombres: el esférico, la redonda, el útil, la globa, el balón, el proyectil.

...

Ella es fiel. En la final del Mundial del 30, las dos selecciones exigieron jugar con pelota propia. Sabio como Salomón, el juez decidió que el primer tiempo se disputara con pelota argentina y el segundo tiempo con pelota uruguaya. Argentina ganó el pri­mer tiempo y Uruguay el segundo. Pero la pelota también tiene sus veleidades, y a veces no entra al arco porque en el aire cam­bia de opinión y se desvía. Es que ella es muy ofendidiza. No so­porta que la traten a patadas, ni que le peguen por venganza. Exige que la acaricien, que la besen, que la duerman en el pecho o en el pie. Es orgullosa, quizás vanidosa, y no le faltan motivos: bien sabe ella que a muchas almas da alegría cuando se eleva con gracia, y que son muchas las almas que se estrujan cuando ella cae de mala manera. Eduardo Galeano (El fútbol a sol y sombra)

1) ¿Cuál es el tema del texto?

2) ¿Qué tipo de texto es? ¿Por qué?

3) ¿Qué materiales se han usado para fabricar pelotas?

4) ¿Qué nombres recibe? Explica el significado de tres de ellos.

5) ¿Cuántas pelotas se usaron en la final del mundial del 30? ¿Por qué?

6) Explica el significado de la expresión “la pelota también tiene sus veleidades”.

7) ¿Cuáles son sus motivos para estar orgullosa?

En este caso podemos utilizar los siguientes indicadores:

INDICADORES	LOGRADO	PARCIALMENTE LOGRADO	NO LOGRADO
Encuentra información explícita
Identifica la idea central
Infiere información
Reconoce características del tipo de texto
Comprende palabras por el contexto

Vistos los ejemplos retornamos al concepto de indicadores de logros, dada la utilidad demostrada para sistematizar la información obtenida a partir de las diferentes actividades.

¿Qué son los indicadores de logro? Son las señales o indicios que nos permiten observar los resultados del aprendizaje. Proporcionan información verificable acerca de qué es lo que sabe o hace el alumno, tanto en lo que refiere a conocimientos, a competencias o a actitudes.

La redacción del enunciado debe cumplir con ese propósito: demostrar un conocimiento, una habilidad o una actitud; y para ello tiene que contemplar solamente un aspecto evaluado.

La recolección de información en el primer tiempo del año lectivo puede resultar una demanda importante para el Docente, pero requiere tiempos, muchas veces en clase, para recolectar y analizar los datos.

Este esfuerzo será una pérdida si se realizara solamente  para cumplir con las planillas, registros o informes que requieren la Dirección o la Inspección de la escuela.

La lectura de las planillas con indicadores debe permitir:

• Determinar las dificultades reales de la clase en las áreas instrumentales
• Planificar acciones educativas colectivas o individuales para superarlas
• Conocer la realidad de los alumnos con rendimiento descendido, logrando información más específica acerca de sus fortalezas y debilidades.
• Efectuar una planificación de secuencias sostenida por los conocimientos previos del grupo.
• Optar por acciones, entrevistas o derivaciones en las situaciones que se considere necesario, con insumos que orientan estas decisiones. El año lectivo transcurre con rapidez con respecto a estas medidas; cuanto más temprano se inicie, mayores serán las posibilidades de obtener los resultados esperados.
• Identificar la situación vincular del grupo, para potenciar desde el inicio la construcción de relaciones sociales adecuadas y contenedoras.

Utilizando una analogía, la construcción del proceso de aprendizaje depende de la base, del inicio cimentado sólidamente, de la misma manera que sucede con las torres de cubos.

El tiempo y la atención puestos en el diagnóstico fortalecerán considerablemente el trabajo posterior.