Las metodologías activas son las que ponen al estudiante en el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Se caracterizan por:
- participación activa de los estudiantes
- cuidado de niñas y niños y respeto de sus ritmos y estilos de aprendizaje
- inclusividad
- fomentar la creatividad, el espíritu crítico, la responsabilidad y la autonomía
- potenciar el trabajo en equipo
- relación con la realidad y la idea de una escuela “sin muros”
- importancia y participación de la comunidad
- aprendizaje globalizado
- construcción de los aprendizajes en la interacción con el medio natural, social, cultural, digital
- carácter lúdico de las actividades
- evaluación formativa
La enseñanza basada en metodologías activas entiende el aprendizaje como proceso constructivo y no receptivo.
El aprendizaje autodirigido es un elemento que fundamenta la utilización de las metodologías activas de enseñanza.
El desarrollo de habilidades metacognitivas promueve un mejor y mayor aprendizaje.
Durante un aprendizaje autodirigido los estudiantes:
- trabajan en equipo
- debaten
- argumentan
- evalúan constantemente lo que aprenden
Ejemplos de metodologías activas
- debates y asambleas
- aprendizaje colaborativo
- aprendizajes a partir de situaciones auténticas
- aprendizaje por inducción
- aprendizaje por indagación
- aprendizaje basado en proyectos
- aprendizaje basado en problemas
- estudio de casos
- portafolios de evidencias
- aula invertida
- aprendizaje a través de lo lúdico y la gamificación
- ambientes y rincones
- talleres