Los primeros días de clases y fundamentalmente el primer día, suelen ser días en los que muchas emociones se ponen en juego. Son días en que niños, padres y maestros comienzan o vuelven a la rutina escolar pero con nuevas expectativas, deseos y muchas veces temores.
Este inicio es para el docente, cada año, un desafío y al mismo tiempo una oportunidad.
Actividades al comenzar las clases:
- Se realiza la evaluación diagnóstica para tener información sobre la realidad académica y actitudinal del nuevo grupo.
- Se retoman y muchas veces se vuelven a ejercitar hábitos.
- Se establecen contratos didácticos que serán modificados o no durante el año.
- Se comienzan a diseñar estrategias para atender cada situación en particular y lograr avances en todo el grupo.
Son diversas las actividades de inicio. Nos proponemos compartir algunas propuestas que pueden resultar de utilidad para este período de tiempo.
Compartir parte o la totalidad del Programa
Propósito:
- Involucrar a niños y familias con el currículum institucional.
Se pueden realizar distintas reuniones de padres para presentar la dinámica de trabajo, los objetivos del curso, las reglas y aspectos prioritarios.
También se pueden realizar reuniones de padres con dinámicas lúdicas para presentarse, divertirse e integrarse.
Pero en esta oportunidad, la integración al aula de familiares de los niños estará orientada a ponerse en contacto con la parte curricular.
Se pueden formar talleres en cinco mesas y a cada una con padres y niños, entregar una parte del programa del grado para su lectura y posterior análisis.
Si fueran más niños y adultos se puede trabajar con cada equipo un campo determinado.
Luego y en una instancia colectiva trabajar y socializar lo que es un documento institucional, informando a niños y padres que muchas veces en el año va a suceder que se trabajen temas, contenidos y conceptos que no estén allí, que sean de años anteriores y haya que retomar o que simplemente surjan de temas de interés del grupo.
Esta actividad se puede realizar en una instancia o en varias distintas, dependiendo del nivel de participación de familias.
Un ejemplo: Astronomía en Cuarto grado
- ¿Qué tenemos que intentar aprender este año?
- ¿De qué formas podemos hacerlo?
A partir de esta pregunta pueden aparecer distintas propuestas que nos darán información de las expectativas de los padres, así como los docentes podemos involucrar a los adultos en nuestra metodología y los recursos que utilizaremos, siempre de forma tentativa.
- ¿Qué lugares podríamos visitar para complementar el trabajo de clase?
- ¿Qué recursos (libros, videos, tablet o compus) podemos usar?
- ¿Qué contenido les parece más interesante?
- ¿Cuál conocen y cuál para nada?
Enviamos como tarea domiciliaria para realizar en familias luego del taller:
Escriban juntos las expectativas para el año.
- ¿Qué esperamos de la escuela en este año que comienza?
- ¿De qué forma podría colaborar?
- ¿Qué cosas me gustaría cambiar?
- ¿Qué cosas me gustaría que siguieran?
Sociogramas
Propósito:
- Promover instancias para conocernos e integrarnos, recoger información sobre la realidad del grupo.
Existen distintos tipos de Sociogramas, que se utilizan desde hace muchos años para tener conocimiento sobre liderazgos, afinidades, dificultades de integración.
Se puede comenzar esta actividad con juegos de ronda, para reconocer a compañeros de años anteriores y para conocer a nuevos compañeros. Pero las preguntas se realizarán después de unos días del transcurso de clases.
Juegos de comienzo de clases
El juego en todos los casos genera espacios de apertura, diálogo, convivencia y construcción colectiva.
Al momento de jugar, uno amolda sus características propias al ritmo y a las reglas de juego. En esa articulación entre el orden del mismo y la libertad para jugar, el juego influye sobre quién lo juega así como el que lo juega imprime sus características en él.
El juego se convierte en una forma de comunicación que despierta todos los sentidos para vivirlo con intensidad, avanzando en los diferentes retos que se proponen, saltando los obstáculos y propiciando caminos que por otros medios sería difícil transitar. El juego como una puerta para habilitar estrategias creativas que les proporcionen a los alumnos maneras de interactuar con el otro.
- Ordenamos sillas en una línea recta, pedimos a los niños que se suban de pie en ellas. Preguntamos el nombre de cada uno. El juego consiste en ordenarse alfabéticamente arriba de la fila de sillas sin caer de ellas. Para esto se requiere: conocer el abecedario, saber el nombre de los compañeros, coordinar el pasaje de una silla a otra con paciencia y de una persona a la vez. Finalmente la docente vuelve a preguntar los nombres para verificar si están ordenados alfabéticamente.
- El juego anterior se puede realizar bajo la dinámica del mes o día de cumpleaños, para continuar conociendo a los compañeros.
- Nos tiramos flores: hacemos una ronda y la docente toma un objeto (puede ser un peluche, una pelota, una cartuchera). El juego consiste en pasar el objeto y cada niño que lo tome debe decir algo positivo de sí mismo y del compañero de la derecha. Se realiza el juego varias veces, de modo que cada compañero pueda opinar de otro distinto.
- Dinámica grupal de presentación e integración:Se colocan los nombres de cada niño en una bolsa, al azar deberán tomar un nombre y describir al compañero que les tocó resaltando algo positivo a continuación se propone que cada uno escriba , escriba y dibuje, o represente de alguna forma quién es.
- En la pregunta ¿quién soy? podrán expresar características de su personalidad,expectativas,miedos,sueños, desafíos, emociones, sentimientos en síntesis aquello que quieran contar.
- Realizamos una dinámica grupal, que consiste en pegar en la espalda de todos y todas un papel y caminar con música. Al parar la música, cada niño o niña, que lleva un marcador en su mano, debe escribir en el papel de la espalda de sus compañeros una palabra que lo defina, lo caracterice, o una frase. En este caso se pueden manejar aspectos positivos y también negativos, orientando a los niños en la redacción para no ofender a nadie, por ejemplo: “sos bueno pero me gustaría que compartieras los colores”.
- Dibujamos una línea recta en el centro del salón, decimos consignas del tipo: parense sobre la línea todos los que tienen 8 años, ahora todos los que les gustan las milanesas, todos los que no les gusta pasar al pizarrón a resolver un problema, todos los que les gusta bailar, todos los hinchas de Uruguay etc. De esta forma trabajamos las coincidencias y diferencias en el grupo. Es importante llevar a los niños a pensar que tenemos más coincidencias de las que pensamos o que a pensar de las diferencias hay cosas en las que coincidimos como grupo.
Después de las dinámicas lúdicas, se realiza un cuestionario de cuatro preguntas, dos de ellas sin relación a la información sobre la integración grupal, y las otras dos con ese objetivo:
- ¿Cuál es tu actividad favorita dentro de la escuela?
- ¿Qué te gustaría lograr este año?
- Si tuvieras que elegir un compañero o compañera para hacer un trabajo en equipo o jugar un juego:
- ¿A quién elegirías primero? ¿A quién en último lugar?
Compartir los resultados con el grupo queda a criterio de cada docente, pero puede ser positivo para, entre todos, reflexionar sobre aspectos a mejorar, como acercarnos a compañeros que conocemos menos, proponiendo esos desafíos como objetivos a intentar cumpllir.
Actividades de integración y valores
Propósito: Reflexionar sobre emociones y vínculos, así como sobre valores en torno a historias.
Cuento “El monstruo de colores”
A partir del mismo conversamos en torno a los colores y sus emociones respectivas.
Conversamos con los niños sobre los momentos en los que transitan esas emociones.
Colocamos frascos en el salón forrados de: amarillo, azul, verde, rojo, rosa y negro.
Pedimos a los niños que escriban, sin nombre, un papelito para cada frasco:
- Algo que nos de miedo en el frasco negro.
- Una situación que nos llene de alegría en el frasco amarillo.
- Un momento que nos de tristeza en el azul.
- Algo que nos llene de rabia en el rojo.
- Una situación o actividad que nos de calma en el verde.
- Y algo que nos llene de amor en el rosa.
Le pedimos a los niños que en lo posible sean situaciones que ocurran en la escuela.
Al final leemos los papelitos y conversamos en torno a las posibilidades de cambiar de color.
Por ejemplo: Si sacamos un papelito del frasco negro donde un niño haya escrito sobre el miedo “repetir el año” “cuando me gritan” “cuando me quedo solo” y si sacamos del frasco rosa o amarillo sobre el amor o la alegría: “jugar juegos”, “que me den un abrazo”, reflexionamos: cuando un compañero tenga miedo para cambiar de color podemos abrazarlo o cantar una canción o jugar un juego divertido.
También podemos tener a disposición durante el primer período títeres de dedo con los colores para que los niños jueguen a cambiar de emoción, teatralizando.
El elefante encadenado, de Bucay
Es otro texto muy significativo para el comienzo de clases y para todas las edades.
Se puede trabajar el texto o mirar la animación en Youtube:
- ¿Qué le sucedía al elefante terminada la función?
- ¿Cómo era la estaca?
- ¿Qué explicaciones recibió el niño ante su pregunta?
- ¿Por qué no se iba el elefante?
Trabajamos con un fragmento del texto:
Todos somos un poco como el elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos pensando que “no podemos” hacer montones de cosas, simplemente porque una vez, hace tiempo, cuando éramos pequeños, lo intentamos y no lo conseguimos.
Hicimos entonces lo mismo que el elefante, y grabamos en nuestra memoria este mensaje: No puedo, no puedo y nunca podré.
Hemos crecido llevando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y por eso nunca más volvimos a intentar liberarnos de la estaca…
Realizamos una ronda para reflexionar en torno al texto:
- ¿Por qué somos como el elefante?
- ¿En qué momentos nos sentimos así?
- ¿Cómo podemos cambiarlo?
Armamos una cartelera en la que todos los niños piensen y escriban algo que sientan que no podrán durante el año, porque ya lo han intentado y no han podido y algo que les gustaría lograr.
Una vez armada la cartelera, trabajamos en talleres para profundizar en torno a las formas de lograr lo que parece imposible pero no lo es: con esfuerzo, alegría, ganas, compromiso, etc.
Compartimos el mensaje inicial y cambiamos la frase: NUNCA PODRÉ, por la frase: SI PODRÉ PORQUE LO INTENTARÉ HASTA LOGRARLO Y NUNCA ME RENDIRÉ.
Otra propuesta para trabajar a partir del texto:
Se propone en forma individual la realización de la consigna:
1-Comenta desde tu propia experiencia esta frase del texto “Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos" simplemente porque alguna vez, antes, cuando éramos chiquitos, alguna vez probamos y no pudimos.”
2-Relata algún momento en el cual creíste que no podías y volviste a intentarlo.
3-Completamos en forma individual el siguiente cuadro:
Tengo miedo de... | Siento alegría por..... | Deseo para este año... |
Compartimos la lectura de los cuadros en forma voluntaria recalcando las coincidencias.
Seleccionamos de cada trabajo palabras claves que reflejen emociones y sentimientos colectivos del grupo, elaboramos las palabras en cartulina para la cartelera.
Convivencia
Dialogamos con los niños sobre las cosas que nos hacen sentir bien en la escuela y por qué.
Proponemos recorrer la escuela fotografiando momentos, lugares y personas bajo la consigna Nos hace sentir bien...
Creamos emoticones que expresan estos sentimientos, elaboramos una cartelera en el salón con las fotografías y los emoticones.
Las cosas que nos hacen sentir mal en la escuela…
Proponemos a los niños dibujar todo aquello que nos da miedo o nos pone tristes.
Luego de realizados los dibujos cada niño deberá mostrar el suyo y contar a sus compañeros lo que dibujó y por qué, dialogamos sobre las coincidencias y similitudes y qué podemos hacer para evitar o mejorar estas situaciones o acciones que nos ponen triste.
Realizamos una campaña publicitaria que tendrá como propósito concientizar a adultos y pares de aquellas actitudes o acciones que causan tristeza o miedo.
A su vez pensamos en propagandear las cosas que nos hacen sentir bien, buscando que estas acciones sean realizadas por las personas que nos rodean procurando generar conciencia y cambios desde los primeros días de clase.
Elaboramos afiches con frases del tipo:
¡No me gusta cuando me gritas!
¡Me pongo triste si me dicen gordo!
¡Los abrazo me hacen sentir muy bien!
¡Me gusta cuando me saludas!
¡Me siento mal cuando no me dejan jugar!
¡Que lindo cuando me dicen te quiero!
Otra propuesta es el psicodrama, un grupo de niños propone una situación y la escribe para que otro grupo la represente.
Los niños que representan la escena deberán leer la situación creada por el otro grupo y representarla agregando o quitando todo aquello que consideren, el objetivo no es seguir al pie de la letra lo escrito sino representar una situación desde la creatividad personal
Al comenzar la representación cada niño se presenta y cuenta quién es, cuántos años tiene, con quién vive y qué papel tiene en la representación.
Una vez culminadas todas las dramatizaciones de los equipos en una ronda sentados en el salón, intercambiamos opiniones, sentimientos y sensaciones, tanto los actores como los espectadores.
- ¿Cómo te sentiste?
- ¿Qué sensación te produjo ver esa situación?
- ¿Cómo te sentiste al representar a alguien que discrimina a un compañero?
- ¿Cómo te sentiste al representar a alguien que no lo invitan a jugar y está solo?
- ¿En qué papel te hubieras sentido más cómodo? ¿Por qué?
- ¿Estas situaciones que dramatizan,son comunes en la escuela?
- ¿Qué piensan podemos hacer para que estas situaciones que nos hacen sentir mal no sucedan?
En síntesis
Los primeros días de clase son momentos para indagar, evaluar, conocer, armar y rearmar todo aquello que teníamos pensado pero que en muchos casos la realidad del grupo hace que cambie.
Esta etapa se caracteriza además por ser la primera construcción de este proceso de convivencia que se reafirmará a lo largo del año.
Plantear pautas y normas claras es fundamental, como lo es también generar espacios abiertos de intercambio,diálogo y construcción colectiva basada en sentimientos y valores de niños y adultos.
Conocernos, expresarnos, sentir confianza y llegar a acuerdos son aspectos que harán a un aula democratizadora y capaz de favorecer la circulación de conocimiento en un espacio de respeto y estímulo hacia el aprendizaje.
Otro aspecto fundamental es el vínculo con las familias y la comunidad. Ya desde el primer día debemos pensar qué relación queremos tener.
Un aula abierta a la comunidad es un aula que integra, que estimula el vínculo y la participación no sólo como espectadores sino como agentes activos del proceso educativo. Para ello es importante pensar y diseñar estrategias que involucren a las familias, algunas propuestas pueden ser:
- Dar la bienvenida a las familias e informar sobre nuestra modalidad de trabajo y lo que esperamos de ellos en el año.
- Fundamentar la importancia de la participación activa de las familias en la educación formal de sus hijos, intercambiar junto a ellos opiniones.
- Realizar reuniones con las familias desde una visión participativa y dinámica. Los padres tendrán la oportunidad de preguntar, aclarar dudas, comentar, informar y aportar.
- Ofrecer a los padres espacio y tiempo para compartir ideas, sentimientos vivencias, experiencias, estimulando su participación e iniciativa
- Brindar la oportunidad de conocer en mayor profundidad temas de interés para las familias, que permitan ofrecer un apoyo más efectivo a sus hijos a través de encuestas, fichas, buzones etc.
- Involucrar a las familias en los procesos de aprendizaje, generando el conocimiento de lo que se trabaja en el aula a través de tareas domiciliarias del tipo Líneas de tiempo, investigaciones relacionadas a los talleres que se realicen, producciones artísticas colectivas, anécdotas familiares.
- Invitar a los padres a visitarnos con el objetivo de realizar un taller vinculado a su profesión o intereses.