Planteamos la necesidad de realizar el diagnóstico de los estudiantes magisteriales al momento de ingresar al aula.

Los datos obtenidos permitirán planificar

  • los propósitos de su permanencia en clase,
  • de las actividades en doble agenda,
  • las orientaciones y las evaluaciones, ya sean de las acciones llevadas a cabo para enseñar un contenido o las de finalización de la rotación.

¿Qué sucede cuando ingresa un estudiante en el aula? ¿Qué impacto tiene? ¿Cómo enfrentar esas primeras situaciones en las que debemos conocernos? ¿Cómo ayudarlo a vincularse con el grupo y con uno mismo?

Son muchas las preguntas que podemos plantearnos. Para saber de dónde debemos partir es necesario tomar insumos desde el primer momento.

La idea es que los mismos nos permitan elaborar criterios de acción para el trabajo con los estudiantes.

Como sabemos la evaluación es parte del proceso didáctico. Implica para los estudiantes una toma de conciencia de los aprendizajes adquiridos y, para los docentes, el punto de partida para la reflexión de su intervención no sólo de la enseñanza en esos aprendizajes sino también de otros aspectos como lo vincular.

La evaluación no es una última etapa, es parte de un proceso continúo que acompaña a la formación permanente.

estudiante magisterial

Cada sujeto es único y las intervenciones tienen que permitirle crecer y desplegar todo su potencial. Para planificar esas intervenciones en una primera etapa se requiere diseñar una evaluación diagnóstica.

Procuraremos una narrativa del estudiante sobre quién es:

- la idea es que se pueda expresar sobre quién es como persona, hermano, hijo, amigo,etc.

- y también sobre su historia escolar (recuerdos de las instituciones educativas a las que concurrió)

- saber por qué optó por esta carrera ( familia, experiencias en áreas educativas, etc.).

- qué aportes considera que le ha brindado el instituto, cuáles son las materias en las que más dificultades ha tenido, etc.

Luego es necesario hacer un diagnóstico sobre cómo se desenvuelve el estudiante en la clase con los niños.

El docente de la clase puede planificar actividades en las que el estudiante participe de forma estructurada y/ o libre. La idea es que pueda obtener datos sobre la forma en que interactúa con los niños.

Por otro lado, es necesario obtener datos de cómo gestiona una clase para enseñar un contenido.

Aquí es importante separar aquellos estudiantes iniciales de los que ya tienen horas de práctica en su historia estudiantil.

Para estos últimos, la idea es que planifiquen con orientación docente una actividad de enseñanza y luego la lleven a cabo. Así evaluaremos su gestión de la situación didáctica.

Para aquellos estudiantes que recién comienzan, en esta oportunidad seremos quienes diseñemos la actividad de enseñanza, que el estudiante estudiará y llevará a cabo.

La idea es observar cómo desarrolla la actividad, los tipos de intervenciones, el tono de voz, la velocidad, las explicaciones, los ejemplos, etc.

Aspectos a observar en las actividades de los estudiantes

Aspectos globales

Acción

Reflexión

Voz, gestos, atención, escucha, etc

Riqueza de vocabulario

Uso de recursos: pizarrón, papelografos, etc.

Postura docente

Relacionamiento con el grupo: estrategias de dominio de grupo.

Manejo del tiempo en cada momento de la situación didáctica y en general.

Aspectos de la planificación

Antes de la ejecución

En la ejecución

Estudio disciplinar

Adecuación de los recursos

Contextualización de la propuesta: vinculación con la realidad del grupo y el curso.

Adecuación de la consigna

Se preveen procedimientos, situaciones, etc.

Atención a los diferentes niveles de conceptualización

Intervenciones docentes: preguntas, ejemplos, contraejemplos, semejanzas, tratamiento del error etc

Análisis y puesta en común

Cierre de la actividad

Ambas partes de la evaluación diagnóstica nos deben permitir conocer más al estudiante y así poder diseñar los propósitos para la rotación, para cada uno de ellos en el caso de que hubiese más de un estudiante.

Luego vamos a secuenciar el trabajo a partir de los datos obtenidos. Entonces, la idea es desplegar distintas actividades que apunten a:

  • el vínculo con los alumnos
  • la construcción de situaciones didácticas (planificaciones, secuencias, tópicos, unidades)
  • el estudio disciplinar y didáctico para construir buenas situaciones de enseñanza.
  • las intervenciones docentes como herramientas.
  • la evaluación y la autoevaouación como parte del proceso de enseñanza.

Este tipo de evaluación nos permitirá:

  • organizar nuestro trabajo,
  • ptimizar los tiempos en el aula.

Organizar nuestro trabajo en el doble rol de maestros adscriptores no sólo servirá para el trabajo con los estudiantes, sino también con los alumnos niños, a quienes dedicamos nuestro trabajo y esfuerzo.

La calidad del trabajo con los estudiantes será directamente proporcional a la calidad de las actividades que van a recibir los niños, y el cuidado de las mismas debe ser de suma importancia para los docentes adscriptores y los estudiantes.